El Poder de la ilusión.
Hace cuatro años tuve el placer de conocer a dos fantásticas personas aficionadas al atletismo que con el paso del tiempo les considero parte de mi familia, Roberto y Aquilino.
Hace dos años aproximadamente en un entrenamiento por la carretera de Paradaseca, íbamos los tres a “picha sacada” y yo les contaba alguna batallita de los 100 km. Roberto me comentó que algún día haría una de esas duras pruebas de los 100 km.
Aquilino, fiel a su estilo, callado e introvertido, se limito a tirar de nosotros dos como un verdadero animal. Paso el tiempo y en otro entrenamiento volvió a salir el tema de conversación de esta dura prueba y Aquilino me preguntó si el sería capaz de terminar una prueba tan larga. Yo le dije que estaba claro que sí, que sin problema lo podía hacer.
Este año preparando el doble Ironman de Lanzarote, fui corriendo desde Ponferrada hasta Astorga y me acompañaron mis inseparables Roberto, Gus, Aquilino y El Che. Estos dos últimos completaron todo el trayecto. Comiendo con nuestras familias Aquilino me comento si le daría tiempo a preparar los 100 km. de Madrid.
Miramos el calendario y el tiempo se echaba encima, solo quedaban 10 semanas, dos menos de lo que es aconsejable para este tipo de pruebas.
Decidimos que podría conseguirlo y nos pusimos manos a la obra y después de diez semanas de duros entrenamientos y de grandes sacrificios tanto físicos como mentales y personales.
El Gran día
El pasado día 20 a las 07:30h, junto al estadio Teresa Ribero de Vallecas, sonaba en el aire la banda sonora de la película Carros de Fuego. Os podéis imaginar cómo teníamos todos la piel.
PAAAAAAMMMMMMM,
El pistoletazo de salida se ha producido y a partir de ahora a Aquilino le quedan 10 duras vueltas de un duro recorrido de 10 km.
El ritmo de Aquilino es muy equilibrado, muy constante y se le ve realmente bien tanto física como mentalmente. Casi sin darnos cuenta ha llegado al Km. 50, al ecuador de la prueba, obteniendo un impresionante parcial de 4:01 h. indica que va a ser una muy buena carrera para el.
Del km. 60 al 80, tiene una pequeña crisis que solventa sin ningún problemas como un campeón, con un par de eso que tienen los grandes campeones. A partir de aquí se da cuenta que lo tiene prácticamente hecho y su mente se relaja y todo fluye de mejor manera.
A las 16:37 h. en la recta de meta situada en la calle Payaso Fofó, se puede ver llegar la silueta de Aquilino, el huracán de Villaverde, con un ritmo muy constante y con la fuerza de los auténticos campeones, con la sonrisa del que se siente ganador aunque no llegue el primero.
Rosana, salió a su encuentro para recorrer de su mano los últimos 200 mts. Y realmente prefiero estar delante del toro que viendo esto con los ojos llenos de lágrimas por la emoción de ver a dos personas que quiero tanto desde la barrera.
Allí le esperábamos sus amigos para darle un abrazo emocionados por ver que un gran atleta, una gran persona, ha conseguido un sueño, un sueño por el que tanto ha luchado y por el que tanto ha sufrido.
Aquilino es una persona impresionante, un portento físico a parte de una de las personas más humanas que he conocido en mi vida. No solo consiguió terminar los 100 km y quedar 2º en su categoría y 11 en la general, consiguiendo un tiempo de 9:07 h., si no que al día siguiente no abandono su trabajo y a la hora que acostumbra estaba en su labor diaria, a colocar piedra con gran maestría y no sentado detrás de una mesa en un despacho.
Enhorabuena AMIGO, lo que tú has hecho sí que es una verdadera hazaña…
Basurco
